A estas alturas del verano, lo más probable es que ya hayas ido al cine, te hayas hecho con unas palomitas de tamaño XXL y hayas disfrutado, durante 1 hora 54 minutos, de la obra maestra de Greta Gerwig, Barbie. Y si todavía no lo has hecho, te animamos a que aproveches el final de las vacaciones para verla. Los motivos, ¡te los contamos en este artículo!

Imagen de Warner Bross

Con una campaña de marketing tan increíble como millonaria, muchos fans de la muñeca de Mattel y del cine anhelaban el estreno de la película Barbie. A ellos, se unían adeptos a la moda, por los estilismos tan llamativos como trabajados que brinda la película, así como apasionados de la cultura pop, que se deja entrever en cada escena del largometraje. Además, Barbie también atrajo la atención de aquellas personas cuya infancia estuvo marcada por esta icónica muñeca. Y llegó el momento del visionado y la película no defraudó: su éxito taquillero superó los 1000 millones de dólares, convirtiéndo a Gerwig en la primera directora en solitario en lograr esta cifra histórica del cine.

Pero, más allá de destacadas recaudaciones, Barbie ha dejado un legado que repasamos en estas líneas, analizando algunas frases célebres del filme. En primer lugar, la frase “No hay límites para lo que puedes lograr cuando te vistes con confianza y te esfuerzas por tus sueños”, pronunciada por la propia Barbie, nos recuerda la importancia de creer en nosotras mismas, exteriorizarlo y no desistir para lograr nuestras metas. Sin embargo, esto no siempre es fácil. Como dice Gloria, un personaje “humano” de la película, “es literalmente imposible ser mujer”. Y a su frase le sigue un monólogo cargado de verdades: “Tienes que ser delgada, pero no demasiado delgada (…) Tienes que ser una
jefa, pero no puedes ser mala. Tienes que liderar, pero no puedes aplastar las ideas de otras personas. Se supone que te encanta ser madre, pero no puedes hablar todo el tiempo de tus hijos. Tienes que ser una mujer de carrera, pero también tienes que estar siempre pendiente de los demás…”.

Sin embargo Barbie, con su corazón noble, ve belleza en todas y cada una de las mujeres. En una emotiva escena en la que la muñeca se desplaza al mundo real, se encuentra sentada en una parada de autobús junto a una mujer anciana, a la que analiza con detalle y le dice: “Eres muy hermosa”. Para sorpresa del espectador, por la seguridad e ironía que transmite la octogenaria mujer, esta le contesta: “Lo sé”. Y así, Gerwig nos da una lección enseñándonos que, aunque nos empeñemos en intentar encajar en cánones perfectos, establecidos por la sociedad, nuestra belleza reside justo en la confianza y el amor hacia nosotras mismas, así como en la actitud con la que nos enfrentamos al
mundo.

Por último, no podemos olvidarnos del famoso Ken. ¿Qué pasa con ellos? La película muestra una lucha interior de los Kens por seguir las ideas del patriarcado, aunque al final (¡alerta spoiler!), desistan. “Soy un hombre liberado, sé que llorar no es débil”, afirma Ken en los últimos minutos del cortometraje. Y así, la película Barbie hace un guiño también a tantos hombres que viven entre estos dos mundos, probablemente también luchando por encajar en alguno.

Imagen de Warner Bross

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Blanca Cristofol / @blancacr_