Millones de personas en el mundo relacionan el nombre de Coco Chanel como sinónimo de estilo, opulencia y elegancia. Fue una de las mujeres que a lo largo de la historia cambió los paradigmas de la moda y estilo de la mujer en el siglo XX. 

 

Pero recientemente, han salido informaciones que oscurecen el pasado de la diseñadora parisina en cuanto a los orígenes y dueños de la marca. 

Al igual que muchos personajes famosos, Chanel permaneció en su país cuando las fuerzas alemanas ocuparon Francia en el verano de 1940. Además, uno de los datos más relevantes de la historia fue el idilio que tuvo Coco con el conocido como ‘’playboy alemán aficionado al tenis’’ el oficial de 44 años Baron Hans Guenther von Dincklage, quien coordinó su estancia en el hotel Ritz, además de gestionar sus relaciones comerciales con las autoridades de la ocupación. Supuestamente, a cambio, Dincklage reclutó a Chanel como agente F-7124, apodada «Westminster».  

Se rumorea, que con estos intercambios, la diseñadora francesa consiguió la liberación de su sobrino, Andre Palasse, detenido en un campo de prisioneros de guerra en Alemania. Además, de tomar supuestamente el control de su marca de perfumes a sus socios judíos, que tuvieron que exiliarse en Estados Unidos durante la guerra, abusando así de las leyes raciales nazis. Y esta, es la supuesta historia. 

Chanel quería empezar con la expansión de su producto más demandado, el Chanel No. 5  a través de grandes tiendas departamentales. Y fue el dueño de las galerías de Lafayette quien le presentó a dos de sus socios comerciales, que tenían un negocio familiar de perfumes y podían satisfacer los medios de producción necesarios para la venta del perfume, los hermanos judíos Wertheimer. 

En 1924 las partes firmaron un contrato comercial y se estableció la nueva compañía. Chanel le otorgó a la empresa los derechos sobre su perfume y los Wertheimer se comprometieron a manejar todos los costos de producción, comercialización y publicidad. Los porcentajes quedaban en un 10% para Gabrielle, el 70% para los hermanos, y el restante para el director de las galerías. En 1927 su perfume fue el más vendido en el mundo. 

Sin embargo, al estallar la Segunda Guerra Mundial, los hermanos Wertheimer se dieron cuenta de que tenían que huir de Francia ante el avance del ejército nazi, por lo que transfirieron todos sus negocios a Felix Amiot, un fabricante de aviones. Hecho que propició el intento de adquisición de todos los derechos y beneficios por parte de Gabrielle Chanel, sin mucho éxito. 

Cuando el régimen de Vichy ordenó la transferencia de empresas de propiedad judía a manos de franceses y “arias”, Chanel se dio cuenta de las artimañas que podría realizar y trató de hacer todo lo posible para quitarle la propiedad a sus antiguos socios.Pierre Wertheimer terminó por darle 9 millones de dólares por su porcentaje de ventas de perfumes durante la guerra. .

Sin embargó, a través de un comunicado, la casa Chanel admitió que hay muchas versiones sobre la actuación de la diseñadora en la guerra, y  argumenta que en realidad lo único que hizo fue aprovechar su “relación de amistad” con el primer ministro británico Winston Churchill “para actuar como intermediaria entre los aliados y los alemanes , con vistas a un acuerdo de paz.


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