Llega la época en la que todas las tiendas se llenan de prendas repletas de brillo y lentejuelas. Y, con ella, llega la famosa pregunta ¿Otra nochevieja llevando lentejuelas? Sí, es la típica pregunta que todas nos hacemos, pero lo peor no se queda ahí. Lo peor es, que, acabamos comprándonos esa prenda rebosante de lentejuelas, la cual nos ponemos en nochevieja y al día siguiente guardamos en el armario hasta nueva orden.