El tiempo pasa y las costumbres cambian. La forma de vivir es cada vez más acelerada, y hay profesiones que se pierden en el olvido. Sólo algunas firmas de la alta costura siguen trabajando hoy en día con verdaderos artesanos y emplean a numerosos trabajadores especializados en diferentes campos, desde la orfebrería al bordado. Y muchos de ellos se lamentan de que no haya nadie entre las nuevas generaciones que haga perdurar su legado.