El cambio que ha experimentado Bershka desde hace unos años hasta ahora, no deja de sorprenderme. ¿Soy la única que recuerda que unos años atrás la imagen de la marca no resultaba atractiva para el sector femenino? Tallas demasiado pequeñas, estilismos que abusaban de la escasez de tejido (paradoja existencial) y un volumen de música que, según algunos, no permitía una compra relajada.