El desfile en París de la marca del grupo Puig ha rendido tributo a los dos genios de la moda y el arte con una llamativa y peculiar colección. 

 

Chasing Dreams es la primera colección concebida por el nuevo director creativo de Paco Rabanne, Julien Dossena, tras la muerte de su fundador a los 88 años hace unos meses. En él, se ha nutrido de todo el imaginario del diseñador para rendirle a través de sus prendas y su historia. Hilando su vida pieza a pieza. 

El desfile reflejó diferentes momentos de vida y diferentes caras de la marca hasta desembocar en un claro tributo al legado de Paco Rabanne en el mundo de la moda.

En uno de los vídeos publicados por la marca previos al desfile y que han marcado un antecedente a la hora de poder entenderlo y sentirlo, vemos a Paco Rabanne con su íntimo amigo Salvador Dalí, presente en los vestidos estampados de esta colección para los que Dossena ha recuperado algunas de las obras más memorables del surrealismo (La persistencia de la memoria, La rosa meditativa, Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar, entre otras)

La amistad y la admiración que se profesaban era tal que incluso en el museo del pintor podemos encontrar un vestido de Rabanne de 1966 creado con placas de plástico y argollas metálicas.

Sobre el surrealismo

El surrealismo tuvo un impacto significativo en la moda durante la década de 1930. Los diseñadores comenzaron a experimentar con formas y estilos que eran considerados extravagantes y poco convencionales para las normas establecidas en ese tiempo. 

Elsa Schiaparelli, por ejemplo, fue una diseñadora italiana que trabajó con artistas surrealistas. La moda surrealista se caracterizaba por el uso de colores vibrantes, formas inusuales y materiales poco convencionales incorporando a su vez los diseñadores también figuras y piezas alternativas como ojos, labios y manos gigantes, lo que creó una estética única.

En la década de 1960, la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli volvió a estar en el centro de atención cuando su trabajo inspiró a la diseñadora británica Mary Quant, quien creó una colección de ropa y accesorios que combinaba elementos surrealistas con la moda juvenil de la época.

En la década de 1990, la moda surrealista volvió a estar en boga gracias a diseñadores como John Galliano y Alexander McQueen, quienes incorporaron elementos surrealistas en sus colecciones. Galliano, en particular, trabajó con la diseñadora gráfica Duggie Fields para crear estampados inspirados en el trabajo del artista surrealista René Magritte. McQueen también se inspiró en el surrealismo para crear sus diseños, y a menudo incorporaba elementos como cráneos, huesos y esqueletos en sus prendas.


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