Tal y como lo define el Santander, el metaverso es un nuevo ecosistema virtual y tridimensional (3D) en el que los usuarios pueden interactuar entre ellos, trabajar, jugar, estudiar, realizar transacciones económicas, entre muchas otras posibilidades.
Y para que se cumpla esta descripción, el universo virtual ha de ser compartido, generado por la computadora, y que permita la posibilidad de que los usuarios puedan interactuar y participar activamente. Sin embargo, a medida que el metaverso, cada vez más se asemeja a la realidad, distintos universos de moda surgen para satisfacer las necesidades demandas por los constantes cambios tecnológicos.
Por ello, todo usuario que acceda a los distintos universos dentro del metaverso podrá crear sus propios avatares, en forma de modelos 3D precisamente para interactuar con otras personas.
Uno de estos universo es VRChat, en donde los usuarios pueden crear y personalizar a sus propios avatares, en él, destacan su gran catálogo y posibilidad de mundo, y su personalización surge como herramienta para diferenciarse.
Otro de estos universos es Second Life, que fue lanzado en 2003. En este universo la comunidad de usuarios pueden crear y compartir contenido como ropa o el mobiliario. Dentro de esta plataforma muchas empresas y negocios han desarrollado su expansión dentro de él.
Y si nos acercamos ya a la actualidad, no podemos olvidarnos de Roblox, también conocido por su gran variedad de opciones de personalización o por ejemplo, Decentraland, una plataforma de realidad virtual basada en la tecnología blockchain, que permite a los usuarios crear, experimentar y monetizar contenido en un mundo 3D descentralizado. Es una de las primeras plataformas de metaverso que permite a los usuarios poseer y controlar su contenido y activos virtuales como terrenos, propiedades y objetos.
Es importante mencionar que estos universos son cambiantes y existen muchos otros universos de moda en desarrollo estando al tanto de las tendencias y actualizaciones en el campo del metaverso.