Dentro de la MBFWM tuvimos la oportunidad de entrevistar a la diseñadora de moda Teresa Helbig, un icono dentro del mundo de la moda y diseño con más de 25 años de experiencia en el sector.
La historia de Teresa de Helbig es una narrativa cargada de vocación. Creció rodeada de tejidos, telas y texturas, convirtiéndose en la mujer y profesional que es hoy en día. Es de esas personas que de manera natural la vida le ha acabado llevando a eso que siempre amó, teniendo como filosofía y esencia, la diversión y perfección visible e intangible en cada unas de sus prendas y piezas.
1- ¿Qué ha inspirado tu última colección? y ¿Cuál es su mensaje?
Me nutro constantemente de estímulos muy variados, y en esta ocasión he querido homenajear a una de mis grandes pasiones, la música, y a los festivales como citas ineludibles para cualquier amante del 4º arte. Cantantes como Debbie Harry, Patti Smith, Mick Jagger o Charlotte Gainsburg siempre inspiran de una forma u otra nuestras creaciones, pero esta vez decidí cederles completamente el escenario y hacer de su legado artístico el epicentro del Helbig Music Fest.
2- ¿Cuál es tu pieza favorita de esta colección? ¿Por qué?
Me es complicadísimo decidir y “casarme” con una única prenda: todas tienen su esencia y, a la vez, tienen un papel importantísimo en la construcción de este imaginario que es el Helbig Music Fest. Hay algunas prendas híper Helbig, que hacen guiños a mis inicios, como un vestido blanco de puntillas posicionadas a mano, o un vestido de bambula de seda amarilla casi etéreo; luego, algunos looks gamberrísimos que materializan ese binomio chic-canalla que impregna nuestras colecciones, como un conjunto de piel negro y dorado de inspiración motera, o un vestido negro de estilo lencero, repleto de pestañas de piel que crean un juego de geometrías y transparencias precioso.
3- ¿Cuáles son las habilidades más importantes que debe tener un diseñador?
Creo que actualmente, la coherencia y el compromiso (con tu equipo, con tu mensaje y con el planeta) son cualidades inseparables del oficio de cualquier diseñador. Es fácil dejarse contaminar por el alud de información, de inputs visuales, de tendencias efímeras y a veces absurdas que se suceden una detrás de otra, pero si crees en tu propuesta, debes defenderla y no ceder a la primera de cambio, pues esta es una industria muy dura que se mueve a un ritmo voraz. Lo que hacemos en TERESA HELBIG puede verse casi como un acto de rebelión contra el dictado absurdo del fast fashion, de la sobre producción, del nulo respeto por las prendas.
4- ¿Hay alguna influencia de otros diseñadores en tus diseños? ¿Qué te inspira de ellos?
De manera transversal a lo largo de mi carrera, hay universos estéticos que me han inspirado muchísimo, como el de Alaïa o Saint Laurent. En esta última colección, por ejemplo, hay un vestido de piezas de piel, cortadas y unidas una por una de manera manual por piezas metálicas, con el que hago un pequeño tributo a Paco Rabanne, otro gran genio que ha dejado un sello imborrable en la historia de la moda. Quizás es esa iconicidad, esa coherencia, ese compromiso férreo con el ADN propio, lo que más admiro de ellos: tienen sus propios códigos y no se parecen a nadie más.
5- ¿Qué importancia crees que tiene la moda en la sociedad?
La moda puede entenderse desde muchas perspectivas: histórica, cultural, industrial, por supuesto artística… y esa polivalencia, ese rango amplísimo de significados te demuestra el papel tan relevante que tiene en una sociedad. Desde nuestra posición, sin más pretensión que la de crear prendas honestas y que emocionen, pensadas hasta el más mínimo detalle para empoderar a la mujer, nos tomamos la moda con el respeto y la devoción de un artesano por su oficio. Vestirse es un acto relevante, una declaración de intenciones, hacia nosotros y hacia los demás. Puede ser la expresión de l’air du temps y, al mismo tiempo, un ejemplo de compromiso con el futuro: una buena prenda es un testimonio y legado invaluable.
6- ¿Qué sueños te quedan por cumplir como diseñadora?
Hay ciertas metas que hemos alcanzado con mucho esfuerzo y tesón a lo largo de los años, como crear PETITE HELBIG o aterrizar en LA de la mano de actrices y cantantes que admiro y me inspiran muchísimo… Quizás algo que me encantaría conseguir en el medio-largo plazo sería ver nuestras colecciones en la pasarela de París. Lo que sí tengo claro es que lo importante no es llegar, sino mantenerse; por algo mi máxima ilusión sigue siendo la de trabajar a diario, codo a codo con mi equipo con pasión y un compromiso intacto por la excelencia.
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