La sorpresa, así fue el desfile de Andrés Sardá. Ya no estábamos en 2018, sino que nos trasladamos a los amados 80, esos que están tan de moda últimamente, y que dejan ver una clara nostalgia por una época llena de color y desenfado.
A ritmo de la canción Gym Tonic empezó a desfilar Mario Vaquerizo con un mono de látex como mucho color, calentadores y una cinta para el pelo. Ya no estamos en IFEMA, ahora nos encontramos en una clase de aerobic de la aclamada Jane Fonda. Resultaba casi imposible no mover, al menos, un pie al ritmo de la música.