Desde muy pequeño, el alicantino Rubén Hernández creció rodeado de patrones y telas en el taller de costura de su madre. Siempre tuvo claro que seguiría sus pasos y, con tan sólo siete años recuerda como realizó en el colegio el movimiento de un vestido de noche como dibujo libre. Años más tarde, su fascinación y pasión por el mundo de la moda le llevaron a realizar los estudios de Patronaje y Diseño en su ciudad natal donde, experimentó con las técnicas de costura más tradicionales.